FUNDACIÓN DEL CLAN HAYABUSA (CLAN HALCÓN)

17.08.2015 20:59

Fundación: Año 834.

Muy pocas veces alguien de origen humilde es capaz de elevarse en el Orden Celestial, pero en ocasionas las Fortunas sonríen a un alma noble y el Emperador es capaz de darse cuenta.

En el primer cuarto del siglo noveno, el principal consejero del Emperador estaba en tierras de los Cangrejo y un asesino le acechaba a él y a su séquito. Hayabusa, que era un campesino muy observador, lo descubrió y con gran valentía atacó al asesino armado solamente con su hoz de labranza. Iluminado por las Fortunas el campesino logró matar al asesino, pero fue herido de muerte por el arma venenosa de aquel. El consejero de Emperador tomó a Yotogi, el hijo del campesino bajo su cuidado y le instruyó con la mejor educación que podía recibir.

El hijo de Hayabusa se descubrió como un talentoso cazador de animales y de personas, llegando a descubrir una conspiración importante contra el emperador, Yotogi rápidamente dejo al descubierto la naturaleza del asesino, un campesino enloquecido por la posesión de un espíritu maligno. Yotogi fue descrito como un gran pájaro que se abalanzó y descuartizo al asesino con sus poderosos garras. Estos hechos llevarón a Yotogi el "Halcón" a encontrar su camino.

Impresionado por sus talentos el Emperador le otorgó el nombre de familia de Torikata y tierras al oeste del Shinomen Mori (bosque oculto). Tomó el nombre de Toritaka Yotogi.

Torikata Yotogi se recluyó en un templo dedicado a la fortuna Fukurokojin y meditó durante setenta y tres días. Cuando abandonó el edificio llevaba un sencillo kimono y estaba armado con una naginata. Yotogi ocupó su puesto a la cabeza de la familia y comenzaron a entrenar a su clan en el arte de la meditación. A partir de entonces cada Daimyo tomaría el título de "El Yotogi", como símbolo de su vigilia. Yotogi había aprendido del poder de un nombre y una parte de la conexión entre el nombre y el orden celestial.

La familia Toritaka reside en un lugar llamado Tani Hitokage, conocido también como Valle de los Espíritus. En este apacible lugar, las barreras entre Rokugan y el resto de Reinos Espirituales son muy finas, y toda clase de espíritus y fantasmas vagan de manera regular por el valle. Los Toritaka, en lugar de huir a otros lugares, decidieron intentar comprenderlos y, también, combatirlos cuando es necesario.