Eenseñanzas de Shinsei

28.08.2015 23:32
La Tierra es la virtud de la resistencia y la templanza. Sólo comprendiendo cómo contener la propia fuerza puede uno liberarla correcta­mente. El Fuego es la virtud de la pureza de ac­ción. Sólo la acción sin el peso del pensamiento puede ser como el fuego. El Agua es profunda, fuerte y fluida. Sólo comprendiendo la fuerza del agua puede la propia mente ser pura, profunda, fluida y fuerte.El Aire es el toque sutil. Sólo com­prendiendo el cambio de los vientos puede uno comprender el pulso cambiante del corazón y del mundo que le rodea.
 
El propósito de las enseñanzas de Shinsei era el de liberar el alma de su ignorancia, de su avaricia y de las pasiones (ira, deseo, odio, pena y alegría). Sólo comprendiendo y separando la propia alma de estos vicios puede un samurai alcanzar la iluminación. El mundo es un lugar de tristeza, y Sólo superando tus percepciones y viendo más allá de las ilusiones puedes obte­nerla iluminación. Una vez que un alma alcan­za este estado, su nombre añade el sufijo "­noshin." Las almas fallecidas de aquellos que han alcanzado la iluminación son otra fuente de plegarias y bendiciones, pero el ritual para rezar a los noshin es mucho menos formal que el de rezar a las Fortunas. Las capillas dedica­das a Shinsei ya los noshin son muy sencillas, utilizando el paisaje natural en vez de las es­tructurascreadas por el hombre para enfatizar las lecciones de Shinsei de "perderel sentido del mundo.".
 
Shinsei enseñó que las debilidades provie­nen de tener el pensamiento puesto en lo material en vez de en lo espiritual. Los cinco elementos son eternos, mientras que la carne es material y temporal. La pasión es un síntoma de la carne mientras que la templanza y la sabidu­ría se ganan de lo eterno (los propios ancestros). Concentrándose en lo eterno, un estudiante puede liberar su alma delo material. Un aspec­to radical de las enseñanzas de Shinsei fue que todo el mundo (si lo desea) puede alcanzar la iluminación. Aunque pueda costar un millar de vidas, la iluminación está al alcance de cual­quier alma que desee 
buscarla.